jueves, 7 de marzo de 2013

UN SEÑOR MUY VIEJO CON UNAS ALAS ENORMES



ISABEL GARNICA MALDONADO:

UN SEÑOR MUY VIEJO CON UNAS ALAS ENORMES:


Unas largas y abundantes plumas están impregnadas en las alas que salen de la espalda de un señor, con la mirada triste y perdida de tantos años vividos éstas dos alas increíblemente llenas de paz son la carga que debe llevar este señor por siempre. Su mirada cuenta una historia no muy agradable, no es una historia para contársela a los niños, más bien es una historia para reflexionar y algunos para llorar. Su cara llena de arrugas y marcas de las batallas que ha tenido que luchar a lo largo de su existencia ya no quieren seguir ahí, quieren dormir junto con este señor, pero las alas no lo dejan, es como un impedimento para que él pueda descansar de tantas cosas vividas.
Tiene dos alas cocidas a su espalda una estirada, con ganas de alzar el vuelo, de seguir caminando y luchando aunque el señor ya no quiera, sin embargo la otra lo abraza, casi que lo arrulla, le brinda calor y amor, algo que al fin y al cabo se nota que no le han dado. Su cabeza con tres cabellos blancos como una nube, parecen hilos a punto de reventarse de lo finos y viejos. Las alas están viejas al igual que él, las plumas grises por su vejez, esto es triste, esta es una imagen que probablemente muchos tenemos en nuestro interior.

DANIELA LANDAZÁBAL BELTRÁN:

UN SEÑOR MUY VIEJO CON ALAS ENORMES:

Una mirada a simple vista penetrante pero perdida en el horizonte, talvez sumida en miles de recuerdos y situaciones pocas veces fáciles se encuentra en medio de un rostro predominado por largas y torcidas líneas de expresión  que al pasar los años  se volvieron innumerables en una piel frágil y cuarteada fruto de sus tantos años vividos, sus labios parecen cocidos entre sí perfectamente cerrados que no quieren contar ni una palabra de una larga historia escondida tras ese opaco rostro.

En la parte superior observamos algunos cabellos que con dificultad se mantienen unidos al delgado cuero cabelludo y detrás de ellos unas enormes alas , cubiertas por grandes plumas desgastadas de un color que ya parece gris pues el clima a tomado un papel desgastador sobre ellas, una de sus alas, la derecha aún mantiene su fuerza para mantenerse extendida mientras la otra ha sufrido algunos inconvenientes volviéndose más frágil motivo por el cual debe mantenerse doblada alrededor de su cuerpo , apoyándose en él para no desfallecer , creando una pequeña curva o más bien una joroba en su espalda que nos muestra una imagen ciertamente desgarradora.



LAURA GARCÍA PARDO:

UN SEÑOR MUY VIEJO CON UNAS ALAS ENORMES:
Sin necesidad de hablar se puede expresar, con sólo mirar un rostro con largas grietas, parecidas a los ríos dibujados en los mapas, dos ríos Magdalena cruzan cada mejilla. Comienzan desde una seca y pequeña boca, la cual está cerrada, castigada al silencio. Labios con poca gracia que no dejan ver más allá de la simple y vieja piel. Un tronco torcido está sembrado en la mitad del óvalo casi ladeado de aquél hombre. Este tiene su última rama llegando a la gran frente, confundida entre la calva y el tamaño real de esta. Hacia los lados se encuentran dos ventanas, pero están cerradas, las cortinas arrugadas no dejan ver el mundo que lo rodea. Quizá no hay mucho que mirar, puede que no exista la necesidad o simplemente se haya perdido el interés. Pero ante estas dos ventanas cerradas, hay unas flores podridas, muertas, que caídas dan un aspecto de bultos deslizándose por esa pared vieja, sin pintura y seca.

Hilos sin agujas para coser se posan en la parte superior de la cabeza, un cuello perdido en la nada hace pensar que sobre su pecho esta posada su cabeza. Pero se observa claramente que desde su espalda jorobada nacen dos alas. Una extendida, pues lo hace sentir vivo poder estirarla y la otra rodea su cuerpo, para darse ese calor y cariño que nadie pudo brindarle en ese planeta Tierra. Alas con plumas viejas y grandes, mucho tuvieron que volar y quemadas por el sol, y mojadas por la lluvia se convirtieron en una ilusión falsa para quien las vio.




NELSON NEIRA:

UN SEÑOR MUY VIEJO CON UNAS ALAS ENORMES:

En medio de un fondo completamente oscuro, ubicado en la parte inferior derecha, se encuentra un hombre de apariencia moribunda del que solo se aprecia su rostro con expresión cabizbaja mirando al frente, parte del torso y dos prominentes alas que salen de su espalda: una se extienda hacia la parte superior izquierda y la otra en forma de escudo se dirige hacia la parte delantera de su dueño como si este la estuviera utilizando de escudo por que tiene miedo de algo que hay en frente de el o algo que no quiere que pase.

Se trata de un anciano de poca cabellera, piel trigueña (por lo menos en este escenario de poca luz es lo que parece), nariz muy cercana a los labios, mentón en forma cuadrangular. Por la presencia de sus alas, cualquier observador no dudaría en pensar que podría ser un ángel, pero su suciedad y mirada muestra que esta cansado como cualquier persona de la tierra lleno de problemas y sin saber como resolverlos.



LAURA ALVAREZ BALLESTEROS:

UN SEÑOR MUY VIEJO CON UNAS ALAS ENORMES:

En el costado inferior izquierdo del recuadro , formando una diagonal imaginaria hacia abajo se observa una grandisima ala dorada , adornada por unas hermosas y brillantes plumas que iluminan el lugar,  llenan con un esplendor mágico aquel cuarto oscuro y frió cubierto de vagos recuerdos de dolor.

Bajando poco a poco por sus alas encontramos un rostro que a diferencia de las alas es poco llamativo pues ya es viejo, refleja tristeza y su mirada un poco de desolación que tiene como eje un  lugar no determinado pero que le trae a su memoria miles de cosas unas buenas y otras no tanto que lo hacen estremecer hasta que su otra ala , la izquierda lo abraza fuertemente , buscando abrigarlo y brindándole aquella seguridad de la cual hasta su significado es ambigüo.




CARLOS DAVID MEJIA ALDANA:


Un señor muy viejo con unas alas enormes

En esta imagen observo  una  figura vieja  que no puedo describir fácilmente, ya que parece una mezcla entre animal un ángel o una persona, el aspecto  de su cara además de tener una barba blanca larga  abandonada que cubre gran parte de su rostro  muestra  tristeza en sus ojos viejos  cansancio y dolor, como si  no  tuviese  una motivación para vivir , su cuerpo delgado esta cubierto de trapos sucio que son   desagradables de ver.

En  la parte de atrás de  su cuerpo se puede  observar como  salen unas largas  blancas y viejas alas que no parecen de alguien que vuele hace mucho tiempo el  fondo de esta imagen  es oscuro opaco  y desolado , como  si ni la luz  quisiera estar con el .





4 comentarios:

  1. Buen trabajo, faltaria una planilla de mayor creatividad. Faltan dos compañeros, ¿ya no están en el grupo?

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    1. Claro que si maestra, tuvimos un problema técnico, pensamos que habíamos subido todos los escritos y no fue así, hemos tenido dificultades para aprender a manejar bien el blog. Nuestras disculpas.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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